sábado, 13 de octubre de 2012

Cabo de Torche: El Limes de las marinas

En el equipo Limes tenemos un distintivo especial; la “observación histórica” siempre que podemos, de la Naturaleza en nuestro campo de trabajo. Es decir, el tener en cuenta la información pretérita que de nuestra fauna pueda existir en cualquier texto, por aparentemente distante que nos pueda parecer, respecto a nuestro tema de trabajo. Es por ello que hoy al comenzar, denominamos al Cabo Roche, como lo hacían en 1299 cuando la almadraba de Huedi Coní (Conil) le fue entregada por el Rey Fernando IV a Alonso Pérez de Guzmán, conocido por “Guzmán El Bueno”. Parece que la palabra Roche no tiene aquí su origen en un apellido, que tal como La Rochelle o de la Rocha, define a una roca; sino como una evolución de Torche. Esta palabra etimológicamente bien podría significar “antorcha” (explicable forma de señalización en un cabo, inmediato a ricas pesquerías inmemoriales) o bien al hecho de “torcer” o girar -maniobra necesaria para entrar en la ensenada donde está la población o para hacer buena aguada (provisión de agua por los barcos en tránsito) en el río de igual nombre y que desemboca al pie del acantilado-. En esta tesitura histórica, nos encontramos por ejemplo, -y seguimos buscando más- que en la costa y playa que tan presente tenemos en nuestro censo postnupcial de espátulas, la foca monje Monachus monachus, estaba presente de manera habitual hasta principio del siglo XX. El desierto (humana y poblacionalmente hablando) existente entre Chiclana y Tarifa (a excepción de Vejer) durante el s. XVI y hasta mediados del s. XIX (3 siglos y medio) y que ocasionaban las continuas incursiones de los “espumadores del mar” (piratas berberiscos y turcos en sutiles embarcaciones), puede explicar la persistencia de ciertas especies hasta casi nuestros días.

De los textos consultados, es curioso leer que desde la antigüedad, eruditos como Pomponio Mela, hasta López de Ayala, ya consideraban al Cabo Trafalgar como la división fehaciente del mundo mediterráneo respecto del atlántico. Y vemos como poco más o menos, esta frontera es la que convierte a nuestras espátulas en unas aves casi netamente dependientes de un “mundo atlántico” (excepción hecha de poblaciones centroeuropeas como la italiana, de donde algunas aves bajan por levante, hasta el Estrecho de Gibraltar, y las más, por la ruta centromediterránea). En el caso de las poblaciones que en Limes censamos en sus migraciones, debemos interpretarlas así, con una visión paneuropea, occidental y sobre todo, atlántica.

Pero volviendo a Cabo Roche y respecto a la valoración de sus cualidades para la observación y estudio de las aves marinas, estas se nos revelan ya capitales. No todo está escrito sobre las aves marinas, y son muchas las lagunas que hay que cubrir. El crecimiento del número de observadores de aves va propiciando interesantes apuntes sobre sus movimientos migratorios, estatus, fenología,… ampliando y haciendo dinámicos los conocimientos disponibles en la extensa bibliografía. En este punto y en el equipo de Limes Platalea, tenemos auténticos especialistas en la materia, además de magníficos referentes en el Golfo de Cádiz. Entre ellos citar y por supuesto entre otros, a Rafael García y Manuel Jiménez. En esta línea de atención, incluso hemos adscrito al equipo Limes como responsables de cabo en la RAM (Red de observación de aves y mamíferos marinos).

En este momento podemos asegurar que la atalaya de Cabo Roche, dentro del proyecto Limes Platalea, se puede erigir como un punto estratégico y complementario que añadir al conjunto de cabos peninsulares de la talla de Estaca de Bares (Coruña), Tarifa (Cádiz) o San Vicente (Portugal), entre otros, en vista a su potencial para la observación de las aves marinas.


La posición de este cabo, 36º 17’ 44” N 6º 8’ 30” W (36.295738,-6.141621), no es muy prominente y apenas se adentra en el mar, pero esto se compensa por la gran riqueza en nutrientes, gracias a cercanos fenómenos de upwelling (afloramiento de los mismos). También por una plataforma marina con múltiples pecios, paleoacantilados sumergidos y arrecifes que desde los 40 m. de profundidad, ascienden a escasos 5 m. de la superficie. Tales circunstancias generan una gran riqueza piscícola tanto en alevinaje, como en zona de crecimiento y/o alimentación. Esta abundancia y hace no mucho tiempo, argumentaba la solicitud de creación de una reserva marina en los fondos inmediatos entre Cabo Roche y Cabo Trafalgar. Desde el punto de vista de los observadores de aves, es una atalaya estratégica y muy válida para el avistamiento, teniendo en cuenta su fácil acceso y altura (10 m. sobre nivel del mar) en pos de los excelentes cabos como la Isla de las Palomas (Tarifa) de acceso restringido y del cercano Trafalgar (Barbate) al que hay que llegar a pie tras una no muy larga caminata (15 min.) con el pesado equipo de observación a cuesta.


A día de hoy, todavía consideramos escasos los datos relativos a la observación de aves marinas desde este cabo. Aún así, ya hemos podido contabilizar “pasos” de casi 700 Alcatraces/h. o “balsas” de un millar de Pardelas cenicientas (muchas provenientes de las islas Chafarinas durante su reproducción) incluso llegar a poder presenciar desde tierra, “pasos” de Paíños –incluidos los recientemente famosos Paíños de Wilson, invernantes también en la zona-.

Alcatraces fotografiados desde el punto de observación en Cabo Roche. Foto: Rafael García Costales.



Finalmente, el listado de especies avistadas (entre otras, que son objeto de estudio en el proyecto Limes Platalea) se hace atractivo y muy interesante:


Mergus serratus Serreta mediana
Calonectris diomedea Pardela cenicienta
Puffinus puffinus Pardela pichoneta
Puffinus mauretanicus Pardela balear
Oceanites oceanicus Paíño de Wilson
Hydrobates pelagicus Paíño europeo
Oceanodroma leucorhoa Paíño Boreal
Morus bassanus Alcatraz atlántico
Phalacrocorax carbo Cormorán grande
Melanitta nigra Negrón común
Phalaropus fulicarius Falaropo picogrueso
Stercorarius parasiticus Págalo parásito
Catharacta skua Págalo grande
Larus melanocephalus Gaviota cabecinegra
Larus ridibundus Gaviota reidora
Larus genei Gaviota picofina
Larus audouinii Gaviota de Audouin
Larus fuscus Gaviota sombría
Larus michahellis Gaviota patiamarilla
Sterna caspia Pagaza piquirroja
Sterna bengalensis Charrán bengalí
Sterna sandvicensis Charrán patinegro
Sterna hirundo Charrán común
Sternula albifrons Charrancito
Chlidonias niger Fumarel común
Alca torda Alca común
Fratercula arctica Frailecillo común

Esta relación, con el tiempo, seguro irá ampliándose con un mayor y constante esfuerzo –ya planificado- por lo que Cabo Roche pudiera conformarse como un ineludible reclamo para aquellos observadores no solo de aves, sino de fauna y del paisaje en general, que visitan este rincón gaditano en el municipio de Conil de la Frontera.


1 comentario:

  1. Merceció la pena la espera a tan instructiva entrada, tras las últimas conversaciones para que quedase ultimada.

    Saludos

    Por cierto, seguiré repitiendo, por la parte que me toca, que para "auténtico especialista" tengo mucho por andar, bueno andar poco, mucho por otear.

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